Trastorno de Estrés Postraumático; El trastorno de estrés postraumático (TEPT) se produce tras un acontecimiento traumático e interfiere en la capacidad de funcionamiento de la persona. Puede que te preguntes si tú o alguien a quien quieres tiene TEPT, y si necesitas buscar ayuda profesional. Si tienes síntomas de TEPT, es importante que acudas a un médico para que te dé el diagnóstico y el tratamiento adecuados.

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En este artículo de Estudiar Psicología Online, vamos a repasar qué es el trastorno de estrés postraumático, los síntomas, diagnosis, causas, tipos y tratamiento para esta enfermedad.

Trastorno de Estrés Postraumático. Síntomas y Diagnóstico

Trastorno de Estrés Postraumático

¿Qué es Exactamente el Trastorno de Estrés Postraumático?

El Trastorno de Estrés Postraumático (TEPT) es un trastorno psiquiátrico que puede desarrollarse después de haber sido testigo o experimentado un evento traumático o estresante. Este trastorno se caracteriza por la persistencia de síntomas relacionados con el trauma que pueden durar meses o incluso años después del evento.

Los síntomas del TEPT pueden variar en intensidad y duración, pero generalmente incluyen:

  1. Intrusiones de recuerdos: Pensamientos, imágenes o recuerdos recurrentes y perturbadores del evento traumático, que pueden manifestarse como flashbacks o sueños vívidos.
  2. Evitación: Esfuerzos deliberados para evitar pensamientos, sentimientos, conversaciones, lugares o personas que recuerden el evento traumático.
  3. Afecto negativo: Sentimientos persistentes de miedo, horror, tristeza, enojo, culpa o vergüenza relacionados con el evento traumático.
  4. Activación o hiperactividad: Alteraciones fisiológicas o psicológicas que indican un estado de activación excesiva, como dificultad para conciliar el sueño o mantenerlo, irritabilidad, dificultades de concentración, hipervigilancia, respuestas de sobresalto exageradas y aumento del ritmo cardíaco.
  5. Disociación: Sensación de desconexión o separación de uno mismo, de los demás o del entorno, como sensación de estar en un sueño, sentirse separado del cuerpo o tener dificultad para recordar detalles del evento traumático.
  6. Despersonalización o desrealización: Experiencias de sentirse extraño, distante o separado de uno mismo, de los demás o del mundo que lo rodea, como si estuviera observando las cosas desde fuera de su propio cuerpo o como si el mundo fuera irreal.

El TEPT puede ser extremadamente angustiante y puede interferir significativamente en el funcionamiento diario, las relaciones interpersonales y la calidad de vida de la persona afectada. El diagnóstico del TEPT se basa en la evaluación clínica de los síntomas y la historia del evento traumático, y el tratamiento puede incluir intervenciones como la terapia cognitivo-conductual, la terapia de exposición, la terapia de procesamiento de trauma, la medicación y el apoyo emocional. El objetivo del tratamiento es ayudar al individuo a procesar el trauma de manera saludable, reducir los síntomas y mejorar su calidad de vida.

Tipos del Trastorno de Estrés Postraumático

El Trastorno de Estrés Postraumático (TEPT) puede manifestarse de diferentes maneras y presentar variaciones en los síntomas dependiendo de la persona afectada. Sin embargo, no hay subtipos oficiales del TEPT reconocidos en las clasificaciones diagnósticas como el DSM-5 (Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales). Sin embargo, a nivel clínico y de investigación, se pueden identificar ciertas presentaciones o tipos de TEPT en función de características específicas de los síntomas o del origen del trauma. Algunos de estos tipos o presentaciones comunes incluyen:

  1. TEPT con predominio de intrusión: En este tipo de TEPT, los síntomas intrusivos, como los flashbacks, los sueños angustiantes o los pensamientos recurrentes sobre el trauma, son prominentes y pueden ser los más dominantes.
  2. TEPT con predominio de evitación: En este tipo, los síntomas de evitación son los más prominentes. Las personas afectadas pueden esforzarse mucho para evitar recordatorios del trauma, como evitar lugares, personas o situaciones relacionadas con el evento traumático.
  3. TEPT con predominio de activación: En este tipo, los síntomas de activación son los más notables. Esto puede incluir respuestas de sobresalto exageradas, irritabilidad, dificultades para conciliar el sueño y estar constantemente alerta.
  4. TEPT complejo: Este tipo de TEPT implica la presencia de síntomas de TEPT en personas que han experimentado traumas prolongados, repetidos o de naturaleza interpersonal, como abuso infantil, negligencia o traumas de relación. Este tipo de TEPT puede estar asociado con dificultades adicionales en la regulación emocional, en la formación de relaciones interpersonales y en la autoimagen.
  5. TEPT secundario: A veces, las personas que no han experimentado directamente un trauma pueden desarrollar síntomas de TEPT como resultado de la exposición indirecta a experiencias traumáticas, como los profesionales de la salud que tratan a víctimas de trauma o los familiares de personas que han experimentado un trauma.

Estos tipos o presentaciones del TEPT pueden proporcionar una guía útil para la comprensión y el abordaje del trastorno en diferentes contextos clínicos. Sin embargo, es importante recordar que el TEPT es un trastorno complejo y heterogéneo, y que la experiencia de cada persona con el TEPT puede ser única. El tratamiento y la atención deben ser individualizados y adaptados a las necesidades específicas de cada individuo.

Principales Causas del Trastorno de Estrés Postraumático

El Trastorno de Estrés Postraumático (TEPT) puede ser el resultado de una serie de factores que interactúan, y las causas específicas pueden variar de una persona a otra. Algunas de las principales causas y factores de riesgo asociados con el desarrollo del TEPT incluyen:

  1. Experiencia directa de un evento traumático: El TEPT generalmente se desarrolla como resultado de haber sido testigo o haber experimentado directamente un evento traumático, como un accidente grave, un desastre natural, una agresión sexual, un acto de violencia interpersonal o militar, una experiencia de guerra o situaciones de abuso físico o emocional.
  2. Experiencias traumáticas repetidas o prolongadas: El riesgo de desarrollar TEPT puede aumentar si una persona ha estado expuesta a múltiples eventos traumáticos a lo largo del tiempo, especialmente si esos eventos están relacionados con abuso, negligencia, maltrato o violencia crónica.
  3. Factores genéticos y biológicos: Algunas investigaciones sugieren que ciertos factores genéticos y biológicos pueden aumentar la vulnerabilidad de una persona al TEPT. Esto puede incluir diferencias en la química del cerebro, la función de las hormonas del estrés y la respuesta del sistema nervioso a situaciones de peligro o amenaza.
  4. Factores individuales y de personalidad: Algunas características individuales, como una historia previa de trastornos mentales, una baja resiliencia psicológica, una tendencia a la rumiación o la autoexigencia excesiva, pueden aumentar el riesgo de desarrollar TEPT después de un evento traumático.
  5. Apoyo social insuficiente: La falta de apoyo social o de redes de apoyo sólidas después de un evento traumático puede aumentar el riesgo de desarrollar TEPT. La presencia de relaciones de apoyo y la calidad del apoyo recibido pueden influir en la capacidad de una persona para recuperarse del trauma.
  6. Factores socioeconómicos y ambientales: Los factores socioeconómicos, como la pobreza, el desempleo, la falta de vivienda o la exposición a un entorno comunitario violento o inseguro, pueden aumentar el riesgo de exposición a eventos traumáticos y contribuir al desarrollo del TEPT.

Diferencia Entre el Trastorno de Estrés Postraumático y el Estrés

No todas las personas que han sufrido un acontecimiento traumático desarrollan un TEPT. Tras un acontecimiento traumático, es normal tener fuertes sentimientos de ansiedad, tristeza o estrés. Algunas personas pueden incluso tener pesadillas, recuerdos sobre el suceso o problemas para dormir por la noche, que son características comunes del trastorno de estrés postraumático.

Sin embargo, estos síntomas no significan necesariamente que tengas un TEPT. Piénsalo así: Los dolores de cabeza pueden ser un síntoma de un problema mayor, como una meningitis.

Sin embargo, tener un dolor de cabeza no significa necesariamente que tengas meningitis. Lo mismo ocurre con el TEPT. Muchos de los síntomas forman parte de la respuesta normal del cuerpo al estrés, pero tenerlos no significa que tengas un trastorno de estrés postraumático.

Hay requisitos específicos que deben cumplirse para el diagnóstico de TEPT. Estos requisitos se recogen en la 5ª edición del Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM-5).

Criterios del DSM-5 para el Trastorno de Estrés Postraumático

Criterio A: Estrés

Exposición o amenaza de muerte, lesión grave o violencia sexual en una o más de las siguientes formas:

  • Experimentaste directamente el acontecimiento.
  • Fuiste testigo del suceso que le ocurrió a otro, en persona.
  • Te enteraste de que un pariente cercano o un amigo íntimo había experimentado una muerte accidental o violenta, real o amenazada.
  • Tuviste una exposición indirecta repetida a detalles angustiosos del suceso o sucesos. Esto puede ocurrir en el transcurso de las tareas profesionales (primeros intervinientes, recogida de partes del cuerpo o profesionales expuestos repetidamente a detalles del maltrato infantil). Esto no incluye la exposición no relacionada con el trabajo a través de medios electrónicos, televisión, películas o fotografías.

Criterio B: Síntomas de intrusión

El acontecimiento traumático se reexperimenta de forma persistente en una o más de las siguientes formas:

  • Recuerdos recurrentes, involuntarios e intrusivos. Los niños mayores de seis años pueden expresar este síntoma mediante juegos repetitivos en los que se expresan aspectos del trauma.
  • Pesadillas traumáticas o sueños perturbadores con contenido relacionado con el suceso. Los niños pueden tener sueños aterradores sin contenido relacionado con el trauma.
  • Reacciones disociativas, como flashbacks, en las que parece que la experiencia se repite. Pueden producirse en un continuo que va desde episodios breves hasta la pérdida total de conciencia. Los niños pueden recrear los acontecimientos en el juego.
  • Angustia intensa o prolongada tras la exposición a recordatorios traumáticos.
  • Reactividad fisiológica marcada, como el aumento de la frecuencia cardíaca, tras la exposición a los recordatorios traumáticos.

Criterio C: Evitación

Otro criterio del DSM-5 para el trastorno de estrés postraumático es la evitación persistente y esforzada de los recordatorios angustiosos relacionados con el trauma tras el suceso, evidenciada por uno o ambos de los siguientes factores:

  • Evitación de pensamientos o sentimientos relacionados con el trauma.
  • Evitación de recordatorios externos relacionados con el trauma, como personas, lugares, conversaciones, actividades, objetos o situaciones.

Criterio D: Alteraciones negativas del estado de ánimo

Alteraciones negativas de la cognición y el estado de ánimo que comenzaron o empeoraron tras el acontecimiento traumático, evidenciadas por dos o más de las siguientes características:

  • Incapacidad para recordar características clave del acontecimiento traumático. Suele tratarse de una amnesia disociativa, que no se debe a un traumatismo craneal, al alcohol o a las drogas.
  • Creencias y expectativas negativas persistentes, y a menudo distorsionadas, sobre uno mismo o el mundo, como «Soy malo» o «El mundo es completamente peligroso».
  • Culpa persistente y distorsionada de uno mismo o de los demás por haber causado el acontecimiento traumático o por las consecuencias resultantes.
  • Persistencia de emociones negativas, como el miedo, el horror, la ira, la culpa o la vergüenza.
  • Disminución notable del interés por las actividades que solían ser agradables.
  • Sentirse alienado, distanciado o alejado de los demás.
  • Incapacidad persistente para experimentar emociones positivas, como la felicidad, el amor y la alegría.

Criterio E: Alteraciones de la excitación y la reactividad

Alteraciones de la excitación y la reactividad relacionadas con el trauma que comenzaron o empeoraron después del acontecimiento traumático, incluyendo dos o más de las siguientes:

  • Comportamiento irritable o agresivo.
  • Comportamiento autodestructivo o temerario.
  • Sentirse constantemente «en guardia» o como si el peligro acechara en cada esquina (hipervigilancia).
  • Respuesta de sobresalto exagerada.
  • Problemas de concentración.
  • Alteraciones del sueño.

Criterio F: Duración

El criterio F del DSM-5 para el trastorno de estrés postraumático es la persistencia de los síntomas de los criterios B, C, D y E durante más de un mes.

Criterio G: Importancia funcional

Malestar significativo relacionado con los síntomas o deterioro de diferentes áreas de la vida, como la social o la laboral.

Criterio H: Exclusión

La alteración no se debe a la medicación, al consumo de sustancias o a otra enfermedad.

Diagnóstico del TEPT según el DSM-5

Para que se te diagnostique un TEPT según el DSM-5, tienes que cumplir lo siguiente:

  • Criterio A.
  • Un síntoma o más del Criterio B.
  • Un síntoma o más del Criterio C.
  • Dos síntomas o más del Criterio D.
  • Dos síntomas o más del Criterio E.
  • Criterio F.
  • Criterio G.
  • Criterio H.

Cambios en los criterios diagnósticos

Hay algunos cambios en la última versión del DSM respecto al diagnóstico del trastorno de estrés postraumático.

Los principales cambios son:

  • Definir más claramente qué tipo de acontecimientos se consideran traumáticos en el Criterio A.
  • Añadir un cuarto tipo de exposición en el Criterio A.
  • Aumentar el número de grupos de síntomas de tres a cuatro, separando los síntomas de evitación en su propio grupo (Criterio C).
  • Aumentar el número de síntomas de 17 a 20.
  • Cambiar la redacción de algunos de los síntomas del DSM-IV.
  • Añadir un nuevo conjunto de criterios para los niños de 6 años o menos.
  • Eliminación de los especificadores «agudo» y «crónico».
  • Introducir un nuevo especificador «con síntomas disociativos».

El mayor cambio del DSM-5 es la eliminación del TEPT de la categoría de trastornos de ansiedad y su inclusión en una clasificación denominada «Trastornos relacionados con el trauma y el estrés».

Otras Herramientas de Diagnóstico para el TEPT

Además de utilizar el manual del DSM-5 para evaluar los criterios del trastorno de estrés postraumático, es probable que un profesional médico quiera realizar una exploración física, dentro de la anamnesis, para comprobar si existen problemas médicos que puedan contribuir o causar los síntomas.

Es probable que se recomiende una evaluación psicológica, que te permita hablar abiertamente con tu médico de algunos de los acontecimientos que te han llevado a experimentar estos síntomas. Durante esta evaluación, compartirías con el médico los signos y síntomas que estás experimentando, así como la duración y el nivel de intensidad de los mismos.

Esta información colectiva puede ayudar a los servicios médicos y a los profesionales de la salud mental a comprender tus necesidades de tratamiento y a proporcionarte un nivel de atención adecuado.

Cuándo Acudir a un Profesional

Los síntomas debilitantes del trastorno de estrés postraumático pueden dificultar la vida, el trabajo y las relaciones. De hecho, muchas personas que luchan contra el TEPT pueden recurrir a habilidades de afrontamiento poco saludables, como el abuso de sustancias o la autolesión, en un intento de minimizar o escapar de su angustia emocional.

Si llevas más de un mes experimentando síntomas, podría ser útil que hablaras con un profesional. Cuando te enfrentas a pesadillas, flashbacks y una visión negativa de ti mismo y de los demás, puedes empezar a sentir que las cosas nunca van a cambiar.

Encontrar la ayuda de un profesional cualificado puede marcar la diferencia, devolviéndote la esperanza al compartir tus experiencias y ayudándote a aprender formas sanas y eficaces de afrontar la situación.

El tiempo no siempre ayuda

A veces, tras una experiencia traumática, la gente cree que sus síntomas acabarán desapareciendo con el tiempo. Esta eventual disminución de los síntomas angustiosos puede ocurrir para algunas personas, pero no para todas.

Puedes experimentar los síntomas mucho tiempo después de que haya tenido lugar el acontecimiento traumático, lo que hace difícil asociar tus síntomas con el TEPT.

Aunque hayan pasado meses o años, puede ser útil que hables con un profesional cualificado para obtener una comprensión precisa de lo que te está ocurriendo y que te ponga en contacto con los recursos adecuados que puedan ayudarte a recuperar tu calidad de vida.

Afecciones Relacionadas con el Trastorno de Estrés Postraumático

Aunque el rasgo distintivo del trastorno de estrés postraumático es haber experimentado o presenciado un acontecimiento traumático, hay una variedad de síntomas angustiosos que alguien con TEPT experimentará después del acontecimiento.

Teniendo en cuenta que algunos de estos síntomas pueden solaparse con otras enfermedades mentales, es importante que se realice una evaluación exhaustiva para asegurarse de que el diagnóstico de TEPT es preciso.

Otras afecciones que podrían discutirse o explorarse con tu médico, debido a los síntomas que podrías estar experimentando, podrían incluir cosas como:

Una vez más, dado que algunos de los síntomas angustiosos pueden solaparse un poco con otros trastornos de salud mental, es importante que hables con un profesional cualificado para asegurarte de que recibes un diagnóstico preciso y se te proporcionan los recursos adecuados para la atención y el tratamiento.

Ser honesto y abierto con tu médico sobre los síntomas que has estado experimentando es fundamental para ayudarle a entender lo que te ocurre y establecer el camino correcto para tu curación.

Tratamiento del Trastorno de Estrés Postraumático

El tratamiento del TEPT puede consistir en medicación, psicoterapia o ambos. Consulta a un profesional de la salud mental para encontrar el mejor tratamiento para ti.

Medicación

Los antidepresivos, concretamente los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS), suelen considerarse la opción de medicación de primera línea para tratar el TEPT. Pueden ayudar a las personas con TEPT con el estado de ánimo, la ansiedad, la alimentación y el sueño.

Otros fármacos que han demostrado ser eficaces para el TEPT son el Prozac (fluoxetina) y el Effexor XR (venlafaxina), que es un inhibidor selectivo de la recaptación de norepinefrina (IRSN). Además, hay otros medicamentos que pueden utilizarse para tratar el TEPT. Asegúrate de discutir tus opciones con tu médico.

Psicoterapia

La terapia cognitivo-conductual (TCC) es una forma de terapia conversacional que ha resultado eficaz para tratar los síntomas del TEPT. La TCC puede ayudar a controlar tus síntomas trabajando para cambiar tus creencias y comportamientos. Otros tipos de psicoterapia que pueden utilizarse para el TEPT son:

  • Terapia de procesamiento cognitivo (TPC).
  • Terapia de exposición.
  • Terapia de grupo.
  • Desensibilización y reprocesamiento por movimientos oculares.

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