¿Cómo se Diagnostica una Fobia Específica?; Las fobias afectan a un 10% de las personas en todo el mundo y las mujeres tienen dos veces más probabilidades que los hombres de padecer una fobia específica. Algunas personas experimentan varias fobias específicas simultáneamente. Aproximadamente el 3 de cada 4 personas con una fobia específica temen más de un objeto o situación.

En esta publicación vamos a explicar qué es el trastorno de fobia especifica.

Una fobia específica es un miedo excesivo, persistente e irracional a algo, y es un tipo de trastorno de ansiedad. Puede dirigirse a objetos, lugares, actividades, situaciones, animales o personas. Todos tratamos de evitar las cosas que nos hacen sentir incómodos, pero las personas con fobias se esfuerzan por evitar lo que les asusta, hasta el punto de que les perturba en sus actividades diarias. Los síntomas pueden ir desde las molestias leves (como la sudoración) hasta la incapacidad (como las conductas de evitación que hacen que alguien pierda oportunidades importantes).

Para saber cómo se diagnostica una fobia específica, veamos los criterios que desglosa el DSM-5 en este tipo de casos.

Un miedo y una fobia no son lo mismo, por lo que es importante conocer la diferencia. Muchas personas experimentan miedos o aversiones a objetos o situaciones, pero esto no significa necesariamente que se les diagnostique una fobia específica.

Los terapeutas no pueden utilizar una prueba de laboratorio para hacer este diagnóstico, por lo que ellos y otros profesionales de la salud mental consultan el DSM-5 (Manual diagnóstico y estadístico, 5ª edición). Esta guía proporciona los criterios de diagnóstico para la fobia específica:

• Miedo excesivo e irrazonable: La persona muestra un miedo excesivo o irrazonable, persistente e intenso, desencadenado por un objeto o situación específica.
• Respuesta de ansiedad inmediata: La reacción de miedo debe ser desproporcionada con respecto al peligro real y aparece casi instantáneamente cuando se presenta el objeto o la situación.
• Evitación o angustia extrema: El individuo se esfuerza por evitar el objeto o la situación, o lo soporta con extrema angustia.
• Limitación de la vida: La fobia afecta significativamente a la escuela, el trabajo o la vida personal del individuo.
• Duración de seis meses: En niños y adultos, la duración de los síntomas debe ser de al menos seis meses.
• No estar causada por otro trastorno: Muchos trastornos de ansiedad tienen síntomas similares. Un médico o terapeuta tendría que descartar primero afecciones similares como la agorafobia, el trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) y el trastorno de ansiedad por separación antes de diagnosticar una fobia específica.

Reconocer el miedo como irracional no es necesario
En las ediciones anteriores del DSM, los adultos con fobias específicas tenían que reconocer que sus miedos están fuera de la realidad, pero los niños no. La edición de 2013 dice ahora que los adultos ya no tienen que reconocer la irracionalidad de su comportamiento para recibir un diagnóstico.

Existen cinco tipos de fobias específicas:

• Tipo natural/ambiental: Se trata de fobias a la naturaleza, al clima y a los acontecimientos o situaciones ambientales. Pueden incluir el miedo a los truenos y relámpagos (astrafobia) o al agua (hidrofobia).
• Tipo de lesión: Este tipo de miedo está relacionado con el temor a un daño físico o a una lesión. Por ejemplo, el miedo al dentista (dentofobia) o a las inyecciones (tripanofobia).
• Tipo animal: Estos miedos se centran en los animales o los insectos. Pueden incluir el miedo a los perros (cinofobia), a las serpientes (ofidiofobia) y a los insectos (entomofobia).
• Tipo situacional: Este tipo de fobia se centra en los miedos desencadenados por situaciones específicas. Entre ellas, el miedo a lavarse (ablutofobia) y a los espacios cerrados (claustrofobia).
• Otros tipos: Los miedos que no encajan en los otros cuatro tipos se incluyen en esta categoría. Puede incluir cosas como el miedo a las muñecas, a los vómitos o a los sonidos fuertes.

Ya sabemos cómo se diagnostica una fobia específica, pero ¿cuáles son las causas que las provocan?

Hay una serie de factores diferentes que pueden contribuir al desarrollo de fobias específicas. Entre ellos se encuentran:

• El temperamento: Las investigaciones sugieren que las personas que muestran una mayor inhibición del comportamiento tienen un mayor riesgo de padecer diversos trastornos de ansiedad, incluidas las fobias específicas.
• La genética: Las personas que tienen un miembro de la familia con un trastorno de ansiedad o una fobia son más propensas a desarrollar también algún tipo de fobia.
• Experiencias: Las experiencias estresantes o traumáticas también pueden desempeñar un papel en la formación de una fobia específica. Por ejemplo, el hecho de haber sido mordido por un perro puede influir en el desarrollo del miedo a los perros.

Aunque las fobias específicas pueden ser graves y debilitantes, existen tratamientos eficaces. Estos pueden ayudar a reducir o incluso eliminar los síntomas. Incluyen:

Medicación

Aunque la medicación no suele utilizarse por sí sola para tratar las fobias, a veces puede recetarse para ayudar a las personas a controlar las reacciones físicas y emocionales asociadas a las fobias. Estos medicamentos suelen ser más eficaces cuando se combinan con la psicoterapia.

Psicoterapia

Existen varias técnicas de psicoterapia que pueden utilizarse para tratar las fobias, pero la terapia de exposición y la terapia cognitivo-conductual (TCC) son las dos más utilizadas.

• La terapia de exposición implica la exposición gradual y progresiva al objeto o situación temidos. Dicha exposición se combina con estrategias de relajación hasta que la reacción de miedo se reduce o se extingue.
• La terapia cognitivo-conductual consiste en ayudar a las personas a aprender a identificar y luego cambiar los pensamientos negativos automáticos que contribuyen a las reacciones fóbicas.

El DSM-5 establece que las personas con trastornos específicos también tienen un riesgo elevado de suicidio. Además, estas fobias suelen aparecer junto con otros trastornos de salud mental, como el trastorno de pánico, el trastorno de estrés postraumático (TEPT) y el trastorno por consumo de sustancias. Por ello, es esencial recibir un tratamiento adecuado.

No sólo es importante saber cómo se diagnostica una fobia específica, también lo es estar preparado para el tratamiento.

Si has decidido que ha llegado el momento de buscar ayuda profesional para tu miedo, dedica algún tiempo a prepararte para tu primera cita. Para aprovechar al máximo tu cita y ayudar a tu terapeuta a determinar si tienes un miedo o una fobia, crea tres listas:

1. Síntomas: Haz una lista de los síntomas físicos y psicológicos, incluyendo el factor desencadenante, cómo afrontas el miedo y las cosas que mejoran o empeoran tu ansiedad.
2. Vida personal: Haz una lista de todo lo que sea estresante en tu vida, incluidos los problemas de relación o los problemas en el trabajo. También es importante hacer una lista de situaciones nuevas que parezcan positivas, como un ascenso o un romance en ciernes, ya que las buenas noticias también pueden provocar ansiedad.
3. Medicamentos y suplementos: Haz una lista de todos los medicamentos y suplementos que tomas regularmente, como vitaminas e infusiones. Estas sustancias pueden afectar a tu estado mental e interferir con el tratamiento.

Preguntas para el terapeuta

Mientras estés en la consulta del terapeuta, tienes la oportunidad de hacer preguntas. ¿Te preocupa que no se te ocurra ninguna en el momento? Aquí tienes algunas que puedes utilizar:

• ¿Qué opciones de tratamiento recomienda?
• ¿Cómo puedo controlar mejor mis otras condiciones de salud mientras estoy en tratamiento?
• Si sigo el plan de tratamiento recomendado, ¿cuál es la mejoría que puedo esperar y cuándo?

Las personas que tienen una fobia específica pueden ser conscientes de que sus miedos son irracionales, pero saber esto no significa que su miedo no sea muy real y a menudo debilitante. Las fobias específicas son comunes, y a menudo tienen sus raíces en los miedos primarios e instintivos que muchas personas (incluso las que no tienen un diagnóstico de fobia) experimentan y comprenden. Es importante recordar que existen tratamientos eficaces que pueden ayudar a aliviar estos miedos y los síntomas que provocan.